El objetivo a conseguir es disponer del espacio necesario que permita moverse con comodidad y sin realizar esfuerzos innecesarios. Es conveniente dejar libre la mayor parte posible del perímetro en contacto con el usuario.
Dejar el espacio debajo de la mesa libre de obstáculos.
La distribución de los elementos de trabajo sobre la mesa se realizará en función de las tareas más frecuentes que se realicen, para adoptar el mayor tiempo posible las posturas más cómodas.
(Hacer click en la imagen para ampliarla)
El borde superior de la pantalla debería quedar aproximadamente a la altura de los ojos. La distancia entre los ojos y la pantalla debería ser superior a los 40 centímetros e inferior a los 70 centímetros.
En el caso de realizar varias tareas (escribir, manipular documentos, atender visitas…), puede colocarse el monitor hacia un lado, pero siempre de modo que se eviten forzados giros del cuello (superiores a un ángulo de 35º).
Colocar el teclado de forma que entre él y el borde de la mesa haya una distancia mínima de 10 cm, para permitir un correcto apoyo de las muñecas.
Para leer documentos o tipear textos, se recomienda el uso de un atril, con el objetivo de evitar continuas flexiones del cuello.
En el caso de apreciar reflejos en la pantalla no intentar solucionar el problema cambiando erróneamente de ubicación el monitor, adoptando malas posturas que confluirán en molestias en el cuello y la espalda. Basta con arreglar la fuente del problema: la excesiva o directa luz, con la ayuda de cortinas, persianas, pantallas difusoras o focos de iluminación de contraste en el techo.
En el caso de que el teclado sea alto, corregir este problema colocando una almohadilla de apoyo para mejorar la posición y el descanso de las muñecas.
El mouse debe estar ubicado sobre una pequeña zona despejada, sin elementos que interfieran su libertad de movimiento.
muy bueno el blog sorprendente lo claro que esta todo los felicito a los que lo confeccionaron
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